«Quería sonreír, pero no podía. Mi rostro no me lo permitía.»

Durante años, la Sra. Efi vivió con parálisis facial en el lado izquierdo, luchando con la asimetría y las dificultades funcionales. Comer y hablar eran un desafío, y debido a la falta de control en la boca, los alimentos y líquidos se derramaban involuntariamente. Incluso los momentos más simples se volvían estresantes, y las interacciones sociales resultaban abrumadoras.

«Por primera vez en años, me miré al espejo y me volví a reconocer.»

Entonces, Renova Touch lo cambió todo. Su simetría facial mejoró, las funciones perdidas regresaron, y ya no temía ser observada por razones equivocadas. Las conversaciones volvieron a sentirse naturales y los pequeños gestos ya no requerían esfuerzo.

«Sonrío con libertad, y esta vez—siento que soy yo.»

Ahora, la Sra. Efi transita por la vida con confianza—no solo con un rostro renovado, sino con un espíritu revivido.