Renova Touch: La historia de Maria
“Me desperté con un rostro que no reconocía—y con una vida que de repente se sentía extraña.”
Tras una cirugía por un neurinoma acústico en 2002, María quedó con hemiparesia facial izquierda, lagrimeo ocular y limitaciones en la visión—condiciones que impactaron profundamente su vida diaria y su confianza. Como agricultora en Creta, mantenerse activa era vital, pero la asimetría facial y la incomodidad hacían incluso las interacciones sociales difíciles.
Con Renova Touch, comenzó a notar mejoras significativas: la simetría de su rostro se volvió más equilibrada, el lagrimeo excesivo de su ojo izquierdo disminuyó, y su piel lucía visiblemente más sana y renovada.
“Después de todo este tiempo, vuelvo a sentirme yo misma.”
Por primera vez después de muchos años buscando ayuda profesional, María finalmente se sintió satisfecha con los resultados de un rostro equilibrado. Gracias a estas mejoras, ahora se siente más segura de su apariencia y más tranquila en su vida laboral y social.